#hagamosalgo, seamos #FOLOGÜERS

Haber sido de pueblo o de barrio tiene sus contraindicaciones. La primera es que cuando viajas al centro pierdes la perspectiva. Calles amplias, llenas de gente, coches y franquicias de bares y restaurantes. Nos dijeron que el viaje a la ciudad suponía tener oportunidades, tocar el progreso con nuestras manos, pasar de ser un cateto o de barrio, a ser un ciudadano, del centro, de donde vivían los ricos. Ahora los barrios son letreros, carteles de liquidación por cese, bares a los que se les va cayendo el cartel o que tiene la verja carcomida, llena de óxido y mugre. Bares.

Mi infancia la pasé en un pueblo y recuerdo el ambiente en verano del bar. Gente jugando al dominó, fumando un Farias, tomando un sol y sombra, la mujer con un café con leche charlando con otras y otros, ambiente de comunidad. Los domingos. «El día del señor» en Villaco significaba que el bar tenía vermú. Salían bandejas de calamares a la romana, langostinos plancha y los críos, a veces, tirábamos de mosto. Ahora, el domingo, termina en un centro comercial, con las familias mirándose a los ojos apesadumbrados tras comerse el menú más grande de la lista. Cambio de hábitos..

Pero, ¿qué pasa con los bares de los pueblos, del barrio, regentados por familias, o por casi jubilados que están desesperados o a la espera de que llegue un chino y les saque de la ruina o de la desesperación en el mejor de los casos?

Por eso hoy propongo esta idea: #hagamosalgo. Hagamos algo sin que se nos mire con recelo, como advenedizos con ínfulas. Reconozcamos que la ruta por los grandes restaurantes de nuestro país es irreal para la inmensa mayoría, que muchos ni la pagamos, que aunque ellos lo pasen mal tienen recursos, conocen qué timbres llamar, cómo aparecer en los medios, y quizá pasen el desierto con una cantimplora mayor.

Hagamos algo por el pequeño, por ese bareto o restaurante que hacía barrio, en el que escuchabas a la gente discutir por la «cinco doble», o por el órdago. Sí, hacer algo por la gente que alguna vez te hizo pasar un buen rato y alguna más aguantó tu pena, tu rollo y tu escasa educación. ¿Eres blogger gastronómico? Pues ahí está la vida real, la de las estrellas queda lejos, como ellos dicen, para ocasiones especiales, para cuando haya que celebrar algo, incluso para darte un homenaje sin tregua y ponerte al día de lo que actualmente se cuece.

Mientras, mira a tu alrededor, recuerda aquella jarra de cerveza fría, las banderillas, la patatas all i oli, el fricandó,  la bacaladilla rebozada, diría que «la comida viejuna» del Comidista. O échale un cable al jovenzuelo que tras  stages en restaurantes de postín ha abierto cerca, que apenas tiene público pero que el tipo se esfuerza. Abre los ojos, coño, que el barrio se muere, que el pueblo se queda desierto, que tu vida es menos vida si no vas. #hagamosalgo, seamos #FOLOGÜERS

56 comentarios en “#hagamosalgo, seamos #FOLOGÜERS

  1. Pero que majo eres.

    Nosotros somos «chicos» de barrio, de fuera la llamada «almendra central» de Madrid, o sea de la parte dura, de la «cascara», como celiacos siempre hemos sido «fologüers» ya que valoramos el local esté donde este, y hoy mismo hemos estado rn un barrio alicantino, en un pequeño negocio familiar donde hacen pan sin gluten.

    Estamos totalmente de acuerdo contigo, por los barrios y los pueblos.

    Beaites y abrazos

    Ana y Víctor

  2. La pena de vivir en el centro histórico y turístico de una ciudad és que ya no queda nada del comercio del que hablas… Ho se han renovado y viven con el turismo (alguno no «del») o ya han desaparecido comidos por los comercios dedicados al turismo

  3. Precioso post.Me lo apunto,y abro el fuego.En mi barrio de Madrid,un Pau de esos modernos,con bares muy bonitoss todos,con cañas de diseño,hay 2 bares que me gustaria destacar:El Monasterio, y San Ignacio.Entre tanta pijada,son de los pocos/unicos que te sirven la cañita ,bravitas,y demas fritura de los 80,sin matarte el presuspuesto mensual.Estan en Montecarmelo,Madrid.Un saludo

  4. Ah, se me olvidaba:como comerciante ,tambien estamos otros negocios…yo tengo una papeleria,y me va como el culo(a quien no),y espero que también la gente consuma mas cosas, aparte de cañas y tapas,que falta nos hace a los autonomos sobrevivir contra estos impuestos y grandes superficies.Un saludo

    • Pues mira, quizá haya que dar caña con estas cosas YA. Librerías papelerías que chapan o les va de pena porque las grandes superficies se comen el mercado. La pela es la pela pero el precio de la grande ha de ser el mismo que el de la pequeña. Hay que luchar por ello. 🙂

  5. Seguramente gran culpa de todo esto la tiene el urbanismo de los últimos años. Ese urbanismo que se ha llevado a la gente joven a los suburbios de adosados y que se ha olvidado de rehabilitar cascos históricos. Ese urbanismo estúpido que ha permitido macizar pueblos más allá de sus necesidades. Ese urbanismo que hace aceras más anchas que las de los Campos Elíseos en barriadas de ciudad para que el viento circule sin problemas. Ese urbanismo que importado de modelos americanos nos hace esclavos del coche y del centro comercial.

    Aborrezcámoslo y volvamos a recuperar los centros de las ciudades. Si, se puede vivir sin cortacésped, sin andar subiendo y bajando escaleras, sin utilizar el coche constantemente, sin aire acondicionado, sin… pero para ello hay que recuperar la dignidad perdida de todas esas viejas glorias, tascas, mercados, pequeños comercios.

    Ánimo y #hagamosalgo !

  6. Cierto, cierto, cierto! Ole!
    Me voy a mi pueblo en unos días y sí, volveré a ser feliz con mi tapita de callos, mi banco para sentarnos a la fresca, mi cantina para tomar un vinito, comprarme unas alpargatas o coger unos melocotones.
    Eso es vida, sí!

    • Dale caña al bareto del pueblo. Gente con negocios diminutos, historias que contar. Si te apetece, haz una fotico con el tlf y la envías a twitter colocando un #fologüers Y así sabemos dónde es y si podemos acudimos alguna vez… Qué envidia!!! 🙂

  7. Hice unos días, me deje llevar por el espíritu de «bares que lugares» y, con el arrojo que me caracteriza, escribí una entrada sobre esto mismo, ja, ja. Al poco, me llegó un comentario de Raquel, una bloguera barcelonesa de mucho tronío, carcajéandose porque habíamos coincidido, sin necesidad de quedada tuitera ni nada. Pura telepatía. Ella también había mencionado la cancioncilla de marras y había escrito algo sobre la recuperación de los bares ese mismo día (ni que decir tiene que la suya es una entrada mucho más completa y gastronómica, que yo últimamente, me dedico más a divagar que a colgar recetas). Hoy, Lorentzero me sorprende con una entrada sobre tema, le cuento la coincidencia y me responde reenviándome a tu blog…¡Esto de la inteligencia, de la emoción colectiva es algo grande y sorprendente!. Por supuesto que me apunto -supongo que Raquel también, luego se lo voy a contar- me uno al movimiento (de hecho, Loren ya se ha tomado la molestia de colgar nuestras entradas) y en estas vacaciones que estoy a puntito de empezar, voy a recorrerme media España, de bar con solera, en bar con solera. Un blog genial, con buenísimas ideas, Pingue. Me ha encantado llegar hasta él y me dispongo a seguirte. ¡Otra cosa más que agradecerle a Loren!.

  8. No sé si es a lo que te refieres, pero creo que a lo mejor sí. Esta fue la primera y última crónica que he hecho de un restaurante en mi blog. He ido a otros muchos, pero creo que fue éste unos en los que encontré la felicidad (quizás fueron, en general, unos días felices). Esos momentos auténtico, sin pretensiones, comiendo lo que saben hacer y lo que llevan haciendo toda la vida, acompañado de la gente con la que quieres estar. Invitándote a lo que te quieren invitar, porque les has caído bien o porque te han considerado un buen cliente, sin más visión de futuro. No sé si les habrá servido para que alguien haya ido allí por lo que ha leído en esta entrada, pero espero que sí. Espero que dentro de mis muy limitadas posibilidades les haya servido. Cuando encuentre de nuevo un restaurante o un bar que me haga sentir igual, que realmente sea para mí tan auténtico, lo escribiré. Mientras tanto, escribiré sobre otras cuestiones.
    Esta es la crónica:
    http://www.cocina.es/blogs/gastroconversaciones/2011/07/03/destino-carvoeiro/
    Un abrazo
    Santiago

    • Gracias maja, pero la iniciativa es vuestra. Si hay que modificarla, ensancharla o encogerla, se hace…. Abre los ojos, que se nos mueren las tabernas, los bares de carretra buenos, las cafeterías….

  9. ¡Me encanta! Desde hace tiempo yo abogo por el «bar español», que es como yo lo llamo. Vivo en plena almendra central de Madrid, pero aquí os apunto sitios muy buenos para ser #follogüers:

    – El cochifrito: (calle Valverde). Botellín bien frío y tapas y raciones anti-crisis
    – El Palentino: (en la calle del Pez). Tan mítico que no necesita presentación
    – El Sidi: (en la plaza de San Ildefonso). Codeándose con los más modernos
    – Rocablanca: (en la calle fuencarral). Un clásico imprescindible, botellín y aperitivo
    – El Schlosser Alt: (pegado a la Gran Vía). Pese a su nombre es más «español» que Tío Pepe
    – La Austriaca: (calle San Honofre) quien no haya desayunado aquí no sabe lo que se pierde

    ¡¡Uff!! Y muchos más… El bar «de siempre» es mi debilidad 🙂

    ¡Buena iniciativa!

  10. Yo ni de pueblo soy. Soy de aldea aldea (de la verdadera) y rural como yo solo.
    Pero me gusta la idea y el concepto.
    La vida es diferente por estos mundos perdidos de dios y encontrarte y disfrutar, de lo que aquí llamamos «tabernas de aldea», no tiene precio.
    Aupa los #Fologüers ! y las tabernas!

  11. Yo si que tengo pueblo y a falta de uno, dos…Solo puedo decir que vivan los bares de pueblo!!!…donde los quintos cuestan un euro y las copas tres y medio. Donde te conocen de toda la vida, te preguntan que tal te va, te acojen como si fueras uno mas de la familia. En las fiestas de mi pueblo hay una «tradición» de tomar los callos de «Sarita» a las ocho de la mañana…Eso si que es un placer para los sentidos
    ah..mis pueblos son http://smartindelcamino.webcindario.com/ y http://www.todopueblos.com/cerdedelo-ourense/

    Por supuesto estáis mas que invitados!!!

  12. Otro que se apunta… Que genial. A mis cuarenta y pico… que cantaba sabina… recuerdo salir de misa los Domingos de la iglesia de los franciscanos de Valladolid, y con apenas unos 4 o 5 años pedir a mi padre que me llevara al Daniel. Un bar del Paseo de Zorrilla. Preparaba aquel hombre unas anchoas rebozadas sobre un trocito de pan que me sabían al gloria Bendita.

    Más tarde mi padre me confesó que el bueno de Daniel, cuando el tenía 7 u 8 años le permitía pasar dentro de la barra para usar la máquina de cafés. Sin fuerza para el giro de esos apenas 50 grados.

    Ahora el local sobrevive, pero ni los mismos dueños ni la misma familia ni na da na.

    Supongo que recordaremos esos bares con cariño, con ternura, pero pocos estarán aún vigentes.

    Pero te seguiré, leeré y aportaré mi pequeño e insignificante granito de arena.

    Mañana pa Pucela.

    Un abrazo majo.

  13. Me emociona leer articulos, post, ideas y acciones, en las cuales, se proponen inicitivas solidarias en ayuda de lo nuestro, lo de barrio, pueblo o comunidad. Nuestro comercio!! ESas tiendas, bares, negocios, establecimientos, que nos han ofrecido toda la vida, una atencion especial, nos han dado el mejor de sus servicios a nuestra comunidad. Desde Cashmobspain, creemos en la idea basica, de ayudar a nuestras tiendas, mediante eventos solidarios cashmob, por toda Espaňa. Son quedadas en redes sociales, dando paso a la evolucion de la utilizacion en red!! Promovemos LA SOLIDARIDAD EN RED!!

  14. Al lío……….vamos a menearlo. A tu entera disposición alguien que nació en una gran urbe (cuando los barrios eran barrios, conocías a la gente,…), pero que ahora vive en un pueblo (MORALZARZAL), al ser lo más parecido a un barrio : CALIDAD DE VIDA……

    Sabeis que la gente me conoce en los comercios, en los bares,….saben mi nombre. A veces tardo media hora en comprar el pan, y eso que la panadería (de las que hace pan de verdad) está a unos 150 metros de casa…….

    Mis herramientas (blog, página de Facebook,…) para lo que haga falta…..Por ahora, un enlace en Facebook (en VINO, GASTRONOMIA Y VIAJES)

    Saludos.

    FERNANDO SYRAH

  15. No puedo estar más de acuerdo, y no me puede gustar más lo que dices…¡y como lo dices! #hagamosalgo, pero algo más…Yo hace tiempo, que siempre que descubro un bar pequeñito, de los que se esfuerzan y que encima cocinan honesto y rico lo cuento en facebook y lo recomiendo abiertamente…con lo poco que me gusta a mi twitter voy a pasar mis sugerencias de #hagamosalgo ahí y ya!!
    Voy a hastear, (vaya palabro), la de ayer…Y te comparto!!

  16. Un articulo precioso, me uno a tu iniciativa y yo que si que soy viejuna más que tu reivindico cada dia más esa comida, y sobre todo las relaciones sociales detras de la barra de esos bares de toda la vida donde alrededor de una caña, unos amigos y una tapa uno es feliz de verdad. Un besito

  17. Pingue… Eres un puto crack….disculpa mi vocabulario pero tienes toda la razon. Estamos cansados d ver super imagenes d super restaurantes mientras q nuestra ciudad se muere. Yo estoy en la labir d hablar d sitios d coste asequible y q hacen buen trabajo…pongan o no comida viejuna…
    Un abrazo y cuenta conmigo!
    Rafa

  18. Roberto, enhorabuena, como siempre.
    Has dado en el clavo. Soy de infancia de pueblo y de adolescencia de barrio. En el casino de mi pueblo ya no se toma vino ni se juega al dominó (molesta el ruido, dicen, y no consumen, dicen) y la bodega de mi calle ha desaparecido. Ahora se llama bar «Los Pitufos» (sic). Antes tomabas vermut de barril y ahora por no tirar no tiran ni cerveza.
    No sé si tiempos pasados fueron mejores, creo que no, pero eran nuestros y pero estos nuevos negocios, por impersonales, ya no son «nuestros». Mi barrio ahora bulle con nuevos locales con muuucho diseño y poooca formacion en la cocina, pero oye está de moda.

    Estoy contigo (como siempre).

    /Emilio

    • Yo también recuerdo la época en la que creía que el bar donde iba con mi padre era de él, por la familiaridad que había entre parroquianos y camareros, entre los que estaba el dueño.
      Ahora somos nosotros los camareros/propietarios de una taberna familiar, en el barrio de las Rosas de Madrid, y aunque la decoración llevaría a pensar que es el típico sitio de moda, el concepto es el de taberna de barrio donde todos nos llamamos por nuestro nombre, y se hacen tertulias en la barra sobre cualquier tema.
      La cosa está durilla, pero gracias al boca a boca cada vez tenemos más gente que nos conoce y viene a probar nuestra cocina, entre tradicional y original, pero siempre muy casera.
      Cuando escuché por la radio, está mañana, lo de los «fologüer» me pico la curiosidad y me ha gustado mucho esta iniciativa.
      Ojala la secunde mucha gente.

      Mercedes, «La Taberna Fantástica»

      • Sois muy amables. Os recomiendo no perder ojo y volver donde lo pasate bien y comiste aquelo tan humilde, menú, tapa, que aún recuerdas. Quizá haya cerrado, cambiado de nombre o convertido en un «chino», Seamos #fologüers 🙂

  19. Eres un tío GRANDE, no sólo de estatura… ¡Qué gran labor has lanzado! ¡Hay que seguirla!
    El bar que había debajo de mi casa, en el Madrid de los 40/50, c/ Alenza, mantenían entre el hielo la penicilina que necesitaba mi madre… No había frigos, sólo «fresqueras»… Eso era comunidad, BARRIO, casi una familia ..

  20. Pingback: Somos fologüers | IberQ

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